Sustancias Medicinales de las frutas

Técnica terapeuta basada en las sustancias medicinales de las frutas, proteínas, vitaminas, sales minerales, oligoelementos, etc., que ayudan a metabolizar los azúcares, los lípidos y las proteínas, además, actúan en los órganos afectados.

Las frutas ácidas son excelentes para bajar el colesterol y el ácido úrico. Las semiácidas son ricas en proteínas de alto valor biológico. Las dulces se caracterizan por ser el grupo más amplio, son compatibles entre sí, ricas en vitaminas A, C, E. Complejo B12, B15. Las neutras son las más ricas en proteínas, sales minerales y oligoelementos.

Los jugos son una excelente opción para un desayuno sano y nutritivo, o para ayunar, prevenir, desintoxicar, depurar, regenerar y rejuvenecer el organismo. Estimulan y refuerzan el sistema de defensa o inmunitario, favorecen las vías de eliminación.

En problemas de diabetes, tumores benignos o malignos, anemia, obesidad, colesterol y triglicéridos elevados, colitis, gastritis, estreñimiento, etc. Antes o después de una cirugía, quimioterapia y/o radioterapia.

Si usted incluye los zumos en su vida, mejorará su sistema cardiovascular, aumentará su rendimiento físico, ayudará a bajar la presión sanguínea, dormirá mejor por la noche y tendrá más energía y salud de lo que jamás se haya imaginado

Lo esencial en la vida es la salud

Un ser enfermo no se encuentra en aptitud física ni mental de disfrutar plenamente de las cosas buenas que pudiera brindarle la existencia.

La salud consiste en un estado físico y mental óptimo. Cuando el ser humano vive libre de dolencias, se encuentra en la plenitud de su capacidad creadora y de trabajo y dispuesto siempre a afrontar todos los retos que se le plantean.

Muchas personas piensan que siempre serán sanas. Que la salud es un don imperecedero y que conservar su buen estado físico no requiere ningún esfuerzo ni limitación

Esto podría resultar cierto durante algún tiempo, principalmente en la niñez y en la juventud, sin embargo, los excesos que llegan a cometerse en estas épocas, con frecuencia tienen lamentables consecuencias posteriores.

Una vida desordenada, una alimentación anárquica y la carencia de un sistema que conserve la salud, suele cobrar duros intereses en los años por venir.

El organismo necesita descansar, disfrutar del aire libre, ceñirse a una dieta sana y natural y gozar de momentos tranquilos y relajantes.

Si se impone al organismo marchas forzadas, si se incurre continuamente en excesos, sometiéndolo a desveladas, ingiriendo bebidas intoxicantes, calmantes químicos, sedantes, hipnóticos, excitantes, si se toman productos tóxicos y se fuma con exceso, sin que se practique un régimen alimenticio adecuado, resulta lógico que pronto se recientan enfermedades de todo tipo y se manifiesten los indicios de un envejecimiento prematuro.

Una dieta inadecuada, desbalanceada, con base en productos artificiales, con reservativos y aditivos químicos, con productos tóxicos e intoxicantes y exceso de grasas. Dara como resultado, invariablemente, erupción cutánea, caída del cabello y canas prematuras, flacidez, debilidad muscular, atonía, y en muchos casos, se derivara hacia enfermedades de todo tipo En cambio una dieta nutritiva, rica en vitaminas, minerales, proteínas, hidratos de carbono y de todos aquellos elementos derivados o extraídos de fuentes naturales orgánicas, como son las frutas, las verduras, las nueces de todo tipo, los granos y cereales integrales, todos los derivados de la leche, mariscos, pescados, etc., proporcionarán los elementos indispensables no solo para evitar las enfermedades, sino para conservar la salud y mostrar una apariencia buena y sana y para retrasar la aparición de indicios de vejez Las frutas y verduras crudas y frescas o sus jugos, son fuentes vivas de la naturaleza, que dan salud y juventud al organismo. Son fuentes riquísimas en vitaminas, minerales y sales orgánicas. Las frutas son purificadoras del sistema humano y las verduras crudas y sus jugos constructores y regeneradores de todas las células y tejidos del cuerpo Los elementos nutritivos contenidos en estas fuentes vivas de la naturaleza y en algunos otros alimentos naturales, son de vital importancia para el buen estado físico, su carencia son la causa principal de casi todas las enfermedades y dolencias habidas y por haber.

Aunque es un hecho conocido que los alimentos cocidos procesados mantienen la vida, sin embargo, no tienen el poder suficiente para regenerar las células que son las que suministran la energía vital a nuestros cuerpos.

Y al revés, el continuo consumo de alimentos cocidos y procesados provoca la progresiva degeneración de estas células y tejidos, si además no se complementa la dieta con alimentos vivos, como las frutas y verduras en sus estados crudos y frescos, los cuales son sumamente nutritivos y rejuvenecedores Aparte de la buena alimentación, el estado emocional mental es muy importante para mantener el cuerpo sano. Es necesario evitar las tensiones o presiones, hostilidades, corajes, mal humor y malos pensamientos, los cuales causan alteraciones emocionales y mentales que son las fuentes psicológicas culpables del desarrollo de muchas enfermedades.

Es importante mantenerse en paz y tranquilidad, en un estado emocional positivo, estable, jovial, lleno de fe y optimismo. De este modo logrará evitar que se hagan grandes trivialidades que no tienen importancia y las que provocan una disposición amargada y negativa, perjudicial para la salud El ejercicio físico también es muy necesario para mantener los tejidos del cuerpo firmes, elásticos y juveniles más tiempo. Ayuda a eliminar toxinas y desahogar emociones negativas. Activa la circulación de la sangre y conserva el cuerpo en condiciones óptimas.

El balance de la buena y equilibrada dieta, los ejercicios físicos y el estado positivo emocional mental son requisitos indispensables para que el cuerpo disfrute de una vida larga, sana, calmada, tranquila y que mantenga una apariencia juvenil libre de dolencias durante su estancia en la Tierra.

Los alimentos puros que nos proporciona la Madre naturaleza, son benéficos para nuestra salud, estimulan la regeneración de las células y tejidos, rejuveneciendo nuestra apariencia, evitan la vejez prematura y preservan al organismo humano de un gran número de enfermedades, permitiéndonos una vida más larga y fructífera y libre de toda dolencia y trastornos de todo tipo.